Nadie la esperaba, y de pronto, ahí estaba ella: sonriente, sencilla, saludando como si llegara a casa. Muchas se quedaron en shock —literalmente—. Algunas crecieron viendo sus videos; otras incluso dieron sus primeros pasos en el maquillaje gracias a ella. Verla frente a frente fue simplemente increíble.

Rosy McMichael fue recibida por Emmanuel Romero, nuestro Director Ejecutivo, y juntos comenzamos un recorrido por toda la escuela. Le mostramos las aulas, los espacios creativos, los salones donde, día con día, se forman nuestros futuros maquilladores profesionales. Ella preguntaba, observaba todo con detalle y no dejaba de asombrarse por lo grande que están las instalaciones, lo bien equipadas que están y la calidez humana que caracteriza a nuestra institución.

Ante esta visita sorpresa, los alumnos que estaban en clase no dudaron en acercarse, saludarla y expresarle la enorme admiración que sienten por ella. Rosy se mostró igual de emocionada, y no dejaba de repetir lo feliz que estaba de ver a personas estudiando maquillaje como una verdadera profesión, dedicando su tiempo a este hermoso arte.

Hubo abrazos, fotos, videos y conversaciones espontáneas que se sintieron muy reales. Nada fue armado, nada fue forzado. Rosy se tomó el tiempo de hablar con cada una, de escucharlas y de compartir un poco de su historia. Ese gesto dejó huella.

Desde que llegó, no dejó de grabar, y nos sorprendió que compartiera su experiencia en Seicento en sus redes sociales como YouTube, Instagram y TikTok. Esto habla de su sencillez y del amor genuino que siente por quienes se dedican al maquillaje.

Estábamos tan emocionados que incluso comenzamos a transmitir en vivo por TikTok la experiencia de tener a Rosy de visita en la escuela. De inmediato, la gente se empezó a conectar, emocionadísima, haciendo preguntas y compartiendo la alegría del momento, aun desde la distancia.

Al terminar el recorrido y conocer toda la escuela, Rosy se dio el tiempo de firmar autógrafos a los alumnos que tienen en su kit productos de su línea. La fila fue enorme, pero atendió a cada uno hasta el último momento.

¡Gracias, Rosy!, por esta gran sorpresa y por dedicarle tu tiempo a nuestros estudiantes de maquillaje. Ese día no se trató solo de maquillaje, se trató de inspiración real.

Y sí, fue uno de esos días que no se olvidan.

Spoiler: Prometió volver, así que estén muy atentos… porque estaremos haciendo la segunda parte de este blog.