Seguramente has escuchado mil veces que “hay que usar protector solar todos los días”, pero… ¿realmente es necesario en invierno, cuando está nublado o si no sales de casa? La respuesta es: sí, sí y sí. Usar FPS no es solo una recomendación de skincare, es una de las mejores decisiones que puedes tomar por tu piel a largo plazo.

Aquí te contamos por qué el FPS no debe faltar en tu rutina en ninguna estación del año.

El 80% de los rayos UV traspasan las nubes: eso significa que aunque esté nublado o parezca que “no hace sol”, tu piel sigue expuesta. Incluso en días grises, la radiación solar puede causar daño celular, manchas y envejecimiento prematuro. El sol no se va… solo se disfraza.

Además, la luz también viene desde tu pantalla ¿Sabías que la luz azul de tu celular, computadora y focos LED también afecta tu piel? Esta luz contribuye al envejecimiento, pigmentación y estrés oxidativo, sobre todo si pasas muchas horas frente a pantallas. Por eso, aunque no salgas de casa, protegerte sigue siendo clave.

El FPS no es solo para la playa… es para tu día a día y usarlo no tiene que sentirse como una tarea más. Hoy hay fórmulas ligeras, con acabado glow o mate, que incluso pueden reemplazar tu primer o combinarse con tu base. De hecho, el protector solar es el mejor aliado de tu maquillaje, porque cuida la piel, previene manchas y ayuda a mantenerla saludable, luminosa y uniforme.

No importa si estás en verano, invierno, bajo el sol o en casa viendo series: el protector solar es una necesidad diaria, no un lujo ni un extra. Es autocuidado, es salud y también es belleza.

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