Aunque hace unos años el contouring empezó a volverse un concepto conocido entre los maquilladores, el strobing va ganando fama por los maquillajes naturales, las tendencias de piel iluminada y los wet o glossy looks.
El strobing es parte del visagismo, que también se conforma del contouring y cooking/baking. El visagismo es el estudio de la morfología del rostro donde se identifica profundidad y luces, dependiendo de la forma de la cara para perfeccionar las facciones.
El Strobing hace referencia a la iluminación de las zonas altas o pronunciadas de la cara.
Para lograr un visagismo perfecto tienes que saber principalmente la morfología de tu rostro, de esto dependerá la cantidad de maquillaje, dirección y forma. Generalmente las zonas del rostro que se iluminan son: frente, mentón, pómulos, nariz, arco de cupido y partes del párpado.
Una vez identificadas las zonas a iluminar, define el producto que vas a utilizar. Necesitarás un corrector ligeramente más claro que tu tono de base o piel, iluminador en polvo o crema, y también pueden ser útiles unas sombras satinadas.
Con el corrector iluminas el rostro dando un efecto natural sin dejar brillo, debes aplicarlo en la ojera, tabique de la nariz, frente y mentón. Después con el iluminador agregarás brillo a las zonas altas como pómulo, arco de cupido, punta de la nariz y también parte del párpado o lagrimal. Con sombras satinadas claras puedes dar un efecto iluminado al ojo, también aplicarlo párpado cerca de la ceja y en el lagrimal.
Así podrás lograr un strobing perfecto, que defina el rostro y mejore las facciones. Un maquillador profesional debe saber maquillar usando el visagismo, aprender a maquillar diferentes rostros y formas para tener una cartera extensa de clientes, por ello en Seicento formamos a los maquilladores profesionales con las teorías del contouring, strobing y baking.