Hoy más que nunca, el maquillaje ya no es solo cuestión de color o textura. También importa cómo se hace, quién lo produce… y, sobre todo, si respeta la vida animal. Cada vez más personas están apostando por una belleza consciente, eligiendo productos cruelty-free. Pero… ¿realmente sabes qué significa eso? Hoy te contamos un poco sobre que trata.
Cruelty-free (libre de crueldad) significa que un producto y sus ingredientes no han sido probados en animales en ninguna etapa de su desarrollo.
No se trata solo de no lastimar conejos o ratones, sino de cambiar por completo la forma en que la industria investiga, formula y certifica sus productos. Es una decisión ética que muchas marcas están adoptando… y que muchas consumidoras están exigiendo.
¿Por qué importa?
Elegir maquillaje cruelty-free no solo tiene impacto en los animales, también habla de un consumo más informado, responsable y empático.
Es apoyar marcas que apuestan por el cambio, por la transparencia y por un futuro más ético en la industria cosmética.
Además, muchas de estas marcas también son veganas, sostenibles o con fórmulas limpias. Es decir, el impacto positivo se multiplica.
¿Cómo saber si un producto es cruelty-free?
No basta con que una marca diga que lo es. Busca estos elementos:
- Certificaciones oficiales, como el logo de Leaping Bunny, PETA o Cruelty-Free International.
- Transparencia en su sitio web o empaque.
- Que no vendan en países donde la experimentación animal es obligatoria por ley (como China continental).
En Seicento formamos artistas del maquillaje conscientes, responsables y conectados con las nuevas generaciones.
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